viernes, 15 de mayo de 2009

Identidades vivas

Córdoba, Arg. - De la mano de Perro Records Producciones, la Vieja Usina albergó el pasado 25 de Agosto una propuesta diferente. No hubo ningún grupo de cuarteto, ni se presentó algún programa de teatro alternativo. Una sección del recinto, delimitada por una media sombra, se transformó en una exposición multimedia, donde el cine y la música se conjugaron en un fuerte grito en repudio del pasado y el presente de nuestro país.
El público llegó al lugar, al espectáculo “Paisano Vivo” grabado en diferentes presentaciones del disco “Hey Paisano” durante el 2006, pero se encontró, además, con un claro mensaje que no sorprendió a los seguidores del cantante nacido en la localidad santiagueña de Farias. La apertura del evento estuvo a cargo del grupo local Inti Huayra, que con un excelente trabajo de vientos, trajo la esencia del noroeste argentino a los espectadores. Uno de sus últimos temas evidencio su compromiso con las comunidades nativas y campesinas que se ven desplazadas por el auge de la soja. “Si aquí hay un patrimonio, este no será el mío” cantaba la voz que representaba al hombre de la tierra.
Momentos más tarde subió al escenario una cantante de perfil humilde, acompañada por un tambor de coplas y una guitarra. Verónica Condomi, es una hija del dolor; su padre, músico, desaparecido en la última dictadura militar. El tinte de su canto correspondió con el sentido común: le cantó a su padre, y al dolor que le causan las heridas aún abiertas de nuestra historia.
Cerca de la hora cero, comenzó a proyectarse en una pantalla gigante un fragmento de un documental sobre la realidad de los campesinos, principalmente de Santiago del Estero, sobre la amenaza a sus tierras y su resistente lucha. Su directora es Leticia Herrera, a quien luego Raly agradeció en nombre de todos los santiagueños y “argentinos hijos de la tierra”.
Se apagaron las luces, y se encendió una tenue luz, que mostró la figura de Raly, que abrió su espectáculo interpretando “Una mujer”. La gente se puso de pie, y recibió con aplausos y gritos al músico radicado en Córdoba. Su banda subió al escenario para tocar la primera chacarera de la noche, “La Rafa Touriño”. El aplauso se deshizo para que iniciara el baile. Una seguidilla de chacareras obligó a la danza al pie del escenario, entre bailarines improvisados y otros no tanto.
Varias vueltas y zapateos después, “Ey Paisano” causó el segundo griterío de la noche. Acto seguido, otro fragmento del documental de Leticia Herrero desvió la mirada del público. “Oye Marcos”, “Solo tus ojos”, “La estrella azul”, son los temas con los que Raly retornó al escenario.
La música folclórica dio lugar, más tarde, a una versión rock de “Hasta siempre”, la popular canción homenaje de Raly Barrionuevo para el “Che” Guevara. Posteriormente, un número instrumental le permitió a cada músico, guitarrista, bajista y baterista, demostrar su gran talento, por el cual el cantante santiagueño los escogió para su banda.
Los decibeles bajaron y la agitación se tornó melancolía. Sólo una guitarra acompañó a Raly a la hora de las zambas y las canciones más tranquilas. Manuel Orellana, del Dúo Presagio, fue el invitado en “Donde se gesta el amor”.Raly invitó al escenario a Verónica Condomi, Emiliano Zerbini y Manuel Orellana, que junto a los miembros de su banda interpretaron “Somos nosotros”. Los aplausos y gritos no bastaron, para que el público expresara su fervor y agradecimiento a los músicos en escena. El cierre del espectáculo, lo encontró a Raly sólo con su armónica para interpretar nuevamente “Oye Marcos”. Sobre el final de tema, se sumó su banda, para culminar una noche más que especial para los fieles seguidores del joven de Frias, y para los amantes del folclore en general. La paisanada está viva y se hace escuchar.

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